Escucho, no camino
Ahora lo intento
Entre la penumbra de los árboles y sus delgadas ramas
Danzan por el desierto entre valles inciertos y atajos tristes
Miro la luna
Ella me recuerda lo exhausta y extenuada que estoy...
La sed implacable en mi aliento no se va
Algo me sigue...
Detrás de las sombras inquietas, oculto
Detrás de las nubosas cortinas del cielo
Vago como un alma solitaria
Un vampiro de vuelo nocturno
De oscuridad y de paria sin ruta
Translúcido
He mirado su dulce sangre,
Deleitable, voraz, caliente
Proviniendo de su amor indecente
Dama nocturna, belleza oscura
Presa fácil, cual felina enjaulada
Busco en usted una fiera domada
Un éxtasis eterno
Quiero saciar esta implacable sed...
¡Vampiro!
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