...El primero estaba apenas al abrir la puerta, cual sendero de seducción, una perceptible y embelezante señal, como marcando su pertenencia. Dos más camino a la cocina, qué lo conosco, los hombres nos conquistan con el estómago, la comida puede ser el mensaje más certero antes del momento cumbre. Tres más en el baño, junto a los perfumes, para mezclar su fragancia junto a la
mía. Los últimos siete me costó ubicarlos ¿Cuál será el lugar perfecto para cada uno?, pero los ví al momento de acostarme, desprolijamente desparramados dentro de la cama, ese será el lugar ideal.. .tres bajo la almohada,para aspirar su escencia y alimentar mis sueños , tres a lo largo del colchón, como indicando el camino, tantas veces recorrido en busca de placer y fluídos. El último ubicado al lado de su corazón, un lugar tan difícil de alcanzar pero tan protegido que nunca lo perderá...
Trece pétalos, sólo trece, y ninguna flor, ¿para qué más?
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