sábado, 12 de junio de 2010

Cansancio



A veces me siento ya
Tan cansada
Tan acabada
Tan apagada...
Ya no siento propósito alguno por vivir

Ya no existe la promesa que me hiciste
Ya no hay por qué cumplir
Todo se desvaneció

Aveces me siento tan...
Cansada
Moribunda
Desausiada
A veces me siento tan vacía
Que sólo quisiera dormir

Cerrar los ojos y no despertar más

Devuélvemelo a como te lo entregué



Nunca pensé completamente en la magnitud de mis actos hasta el momento en el que fuí consciente de que podrían arrebatarme todo aquello de lo que estoy segura, todo lo que conosco tan bien... todo aquello que me produce felicidad. Cuantas cosas hemos logrado destrozar por una carta mal jugada, una decisión poco acertada o incluso por decir las palabras incorrectas en el momento menos adecuado, dejándonos sin la oportunidad de poder remediar la situación conversando, y en mi caso, mucho menos llorando.

Ahora sólo puedo pensar...¿por que ocurrió?, ¿por que no me odiaste más ayer? o tal vez, ¿no pudo esperar a mañana?, justamente hoy que pude tener una sensación de bienestar, felicidad... Como si hubiera encontrado eso que me hacía falta, y que por culpa de no sé que, perdí. Eso es todo, mi felicidad momentánea se esfumó... simplemente se fue, pero...¿Habría sido momentánea sin tí?... no estoy segura de querer una respuesta a eso, por que nuevamente no sabría si tú estás más desepcionado de mí que yo de tí.